Mariana Apud y Bruno Farano - Producción especial - LG Deportiva
La nueva Superliga traerá una vieja situación al fútbol argentino. Cuando empiece el renovado torneo de Primera división volverán aquellos cartelitos en los bares que anunciaban los partidos codificados que se podían ver allí. Los hogares tendrán nuevamente el aparatito extra, arriba del televisor. A partir del 27 de agosto, cuando comience el torneo, para ver los partidos en tiempo real por la pantalla chica habrá que pagar. En caso contrario, el espectador deberá esperar dos horas para ser testigo en diferido de un resumen de las acciones de cada fecha.
El “Fútbol Para Todos” (FPT) llegó de la mano del kirchnerismo. La ex presidente Cristina Fernández de Kirchner lo había presentado, rozando una proclamación, como “la liberación de los goles que habían sido secuestrados por un medio dominante”. El actual presidente, Mauricio Macri, decidió romper el contrato por el cual sus antecesores se habían unido con la AFA para financiar las transmisiones de los partidos.
Los cuestionamientos al FPT iban desde que el país tenía necesidades más urgentes que ver fútbol sin pagar, hasta las dudas sobre los manejos de los fondos –se estima que se invirtieron 11.000 millones de pesos- pasando porque los clubes nunca salieron de las crisis financieras, uno de los objetivos del programa gubernamental.
Roto el contrato, los goles quedaron a la deriva para que se los llevara el mejor postor. En este caso, los mejores fueron Turner y Fox, aliados para triunfar. Mañana se hará la presentación oficial de la Superliga, donde se darán mayores detalles de la nueva televisación. Pero, de cumplirse lo anunciado, hoy habrá una aproximación: las cadenas de transmisión comenzarían con la programación en sus nuevos canales TNT Sports y Fox Sports Premium. Sería el debut del “Pack Fútbol” que ya están ofreciendo algunos cableoperadores y empresas de televisión digital. Todo indica que el servicio permanecerá liberado hasta el último día de agosto. De ahí en más habrá que abonar 300 pesos extras al servicio que brinda el operador de señales.
El que no se adhiera al servicio tendrá su oportunidad un poco más tarde para ver fútbol porque Turner-Fox pondrá a disposición de los clubes, siempre en plataformas que sean oficiales, imágenes de los partidos.
No será la totalidad del juego, sino una selección fina de secuencias de menos de 30 segundos y fragmentos inferiores a cinco minutos de duración. Serán unos siete minutos con las mejores jugadas, situaciones de gol y faltas. Los clubes, de ese canal que funcionará on line sólo para ellos, les brindarán a sus simpatizantes los compactos que no podrán tener publicidades, pero sí musicalización y zócalos que hagan referencia a la institución.
La inversión de la alianza es de 1.000 millones de dólares por cinco años, con opción a otros cinco. Los números son impactantes y por ello no sorprenden las medidas de seguridad que se tomarán para cuidar el negocio en el ciberespacio. No llegaron al extremo de requerir que el hincha común ingrese sin celular a los estadios, pero sí, lograrán sancionar a quienes suban el contenido a sus cuentas personales violando las normas anunciadas.
El control se producirá mediante la creación de un departamento específico de monitoreo, según explicó una fuente de las cadenas al diario La Nación. “Nosotros subimos a una plataforma una versión oficial de los partidos que transmitimos con la descripción exacta del contenido. Avisamos por dónde pueden pasarse las imágenes. Ese es un ADN madre. Después, un software lo compara con los millones de imágenes y videos que se transmiten en tiempo real. Se encienden alarmas instantáneas de quienes replican el contenido sin tener los derechos. Y el contenido se da de baja”, detalló la fuente.
Vale la traducción: si alguien está en la tribuna del Monumental José Fierro y pretende publicar imágenes en Facebook, Twitter, Instagram, o cualquier otra red, no lo podrá hacer. Así de simple. La excepción será Whatsapp ya que el software no contiene a la gran envergadura del sistema de mensajería instantánea.
"No es algo sencillo"
Podría llegar a ser el primer palo en la rueda para Fox-Turner. Según Martín Becerra, especialista de telecomunicaciones, el artículo 80 de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual número 26.522 puede complicar a las empresas dueñas de los derechos de televisación de la Superliga. “Ese artículo puede complicar su intención de cortar la difusión en las redes o las dos horas posteriores a la finalización de los partidos porque generará un conflicto de intereses con el derecho a la información”, explicó el profesional.
Becerra asegura que no será sencillo para Turner-Fox supervisar las redes sociales. “Es difícil. Además, seguro tendrán resistencias y hay cuestiones imposibles: si yo armo un grupo de Whatsapp masivo o mando mensajes privados a un grupo multitudinario, ¿cómo lo sabrán? Ojo, con esto no estoy diciendo que harán agua en el tema, ya que probablemente pautarán directamente con YouTube, Twitter y Facebook”, aseguró poniendo como ejemplo lo que pasa en España. “Allí se impide que se vean contenidos en países donde no están autorizados”, indicó Becerra.
Polémica aplicación
Sportflix, una nueva aplicación, pretende ser la piedra en el zapato para la firma que posee los derechos televisivos del fútbol argentino. Hace algunas semanas, la nueva plataforma de streaming, estilo Netflix pero de deportes (no hace falta estar asociado a un cableoperador para tenerlo), anunció en su web que contará con las transmisiones de la Superliga y la Copa Argentina. Eso encendió las alarmas en Fox-Turner.
La nueva oferta para los consumidores del deporte se lanzará el próximo 30 de agosto y sus costos oscilarán entre los 19.99 y los 29.99 dólares según el servicio. Sin embargo, este anuncio a nivel mundial y, que incluye la liga de Argentina, alerta a las cadenas estadounidenses, que comenzaron a asesorarse para iniciar acciones legales contra esta nueva plataforma al verse en peligro de no contar con la exclusividad del contenido por el cual firmaron un vínculo de cinco años.
El funcionamiento de Sportflix pasará por retransmitir vía streaming los diferentes canales a nivel mundial, derechos con los que dicen contar según el propio Matías Said, el argentino que es vicepresidente de la empresa mexicana.
A pesar de ello, las multinacionales, nuevas dueñas del fútbol nacional, avisaron en las últimas horas un férreo control de las transmisiones por redes sociales y desde la directiva de la Superliga aseguraron que los goles se podrán ver dos horas después de terminado el partido en pequeños compactos.
PUNTO DE VISTA
El fútbol no fue gratis para todos
Ariel Ibáñez - LG Deportiva
El discurso de los políticos argentinos pocas veces coincide con la realidad. Prometen lo que después no cumplen. El slogan “fútbol para todos” debió decir “fútbol para todos los que viven en Buenos Aires”. Los encuentros, desde que se implentó el programa impulsado por el gobierno nacional, fueron emitidos por canales de aire que no se ven en la mayoría de las provincias salvo que se pague. Los tucumanos, por ejemplo, veían gratis sólo un puñado de cotejos por semana. Para observar el resto había que abonar un servicio de cable o TV digital. A ese costo ahora se suman 300 pesos. Es más caro, pero a diferencia del anterior, el precio será igual para todos.